Domingueros en un mundo mejor (2): ascenso al fondo del mar

Continuo relatando brevemente las salidas en bici por Zaragoza cuyo comienzo ya narré. (Finalmente también las teles cachirúlicas lo sacaron en sus noticias, según me dijeron, aunque no lo grabó nadie que yo conozca, y en el Heraldo del lunes 6 salió un artículo, pero ese periódico no tiene una versión digital decente, y no lo puedo enlazar - ni tampoco otro articulillo que ví por casualidad este jueves).

A lo que vamos: hoy los chicos de La Ciclería nos han subido a las planas (que son una "muela" o parte dura del sedimento de un mar que se secó hace un montón de años) por una ruta mucho más agradable y accesible que la "tradicional" que usan los ciclistas deportivos (por la que hemos bajado, tratando de respetar el límite de 20 km/h, pues debajo de la señal pone "incluso ciclistas"). Había estado algunas veces antes, en bici y andando, pero hoy me ha gustado especialmente: ha hecho muy buen día, el trayecto estaba muy bien escogido, las explicaciones eran interesantes y la compañía inmejorable. Otro de esos días más felices de mi vida. Así da gusto.



He aprendido que lo que yo creía que era arte abstracto de la naturaleza tiene una contribución humana, relativamente moderada, pero mayor de la que suponía. ¿Os gusta?


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2 comentarios:

  1. Precioso. A primera vista no tenía ni idea de que significaba, me parecía un vegetal visto con una lupa o algo así, pero ya se de que se trata.

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  2. A que sí? A mi también me ha llamado la atención siempre, creo que en el primer sitio donde lo ví fotografiado desde el cielo fue en el famoso libro de Yann Arthus-Bertrand.

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